OSCAR/ OBAMA: Cinco letras tienen sus nombres, ambos inician con la letra O y no encontramos más coincidencias, excepto que ambos vivieron en Chicago; el nuestro como luchador y activista por los derechos de la comunidad boricua y latina, así como por la independencia de Puerto Rico y el otro como profesor universitario y senador que buscaba acercarse a las esferas de poder. El que salió de la rularía en San Sebastián del Pepino junto su familia en búsqueda de un mejor porvenir y el que tiene raíces africanas se crió en Hawai y se doctoró en Derecho. El de pequeña estatura, gran liderazgo y extraordinaria fortaleza interior que le ha permitido sobrevivir treinta y cinco años de injusto encarcelamiento sin que se lo haya tragado el odio y la amargura; el que mide sobre seis pies, también ejerce liderato, le fue otorgado un Premio Nóbel de la Paz, pero no ha tenido la sensibilidad y la humanidad para atender el reclamo que por consenso ha hecho el pueblo puertorriqueño de que el prisionero político de esta isla y tal vez de América Latina que más tiempo lleva en prisión, sea excarcelado. Uno que ha hecho de la pintura la forma de expresar sus sentimientos, afectos, admiración y reconocimiento a quienes le apoyan y aquel que siendo el primer afrodescendiente que asume la presidencia de Estados Unidos, en vez de rendir homenaje a quien tanto admira y con quien comparte sus raíces étnicas, el gran Nelson Mandela, mediante el indulto presidencial a quien recibió la medalla del valor por sus ejecutorias en la mal recordada guerra de Vietnam, ha preferido actuar a favor de narcotraficantes y delincuentes comunes.
A solo semanas de que termine su segundo mandato al frente de la poderosa nación norteamericana, no debemos escatimar esfuerzos para que el presidente Obama haga introspección sobre la gran recompensa moral que engrandecería su imagen con solo estampar su firma en el indulto. No solamente constituiría un acto de justicia sino que le traería alegría a un Pueblo que espera por su decisión, a una hija que nunca ha compartido con su padre fuera de los barrotes carcelarios, a una nieta que quiere ver el mar de la isla borincana y escuchar el sonido de las olas al lado de su abuelo. De todas partes del mundo, personas destacadas en diferentes escenarios sociales han unido sus voces al llamado de excarcelación de Oscar: presidentes, premios Nóbel de la Paz, congresistas, artistas- como los conmovedores llamados que recientemente hicieron Ricky Martin, Calle Trece y Lyn Manuel,- los seis candidatos y dos candidatas a la gobernación de Puerto Rico, las cámaras legislativas; múltiples entidades religiosas de diferentes denominaciones, la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, reconocidas figuras del deporte; influyentes organizaciones de la sociedad civil, como colegios profesionales, universidades, sindicatos; uno de los jueces asociados del Tribunal Supremo, en fin un gran abanico de gente defensora de los derechos humanos.
Hoy, aquí sobre este Puente que nos ha acogido durante cuatro años, las Treinta y Cinco Mujeres por Oscar Hasta su Regreso, las Treinta y Cinco que igualmente se manifiestan en Nueva York, en Chicago, nos conectamos en mentes, corazones y acción para reclamar al mismo tiempo: EXCARCELACIÓN PARA OSCAR AHORA; ES TIEMPO DE QUE VUELVA A CASA; OBAMA CONVIERTA EN ACCIÓN SU PREMIO NÓBEL Y FIRME EL INDULTO ANTES DEL 20 DE ENERO; PRESIDENTE, DEMUESTRE QUE ES MEJOR PERSONA QUE SU SUCESOR, DETENGA LA INJUSTICIA QUE POR TREINTA Y CINCO AÑOS HA MANTENIDO SU PAÍS CONTRA UN GRAN HOMBRE, NO POR COMETER UN DELITO SINO POR CUMPLIR EL DEBER DE LUCHAR POR LA LIBERTAD DE SU PATRIA.
Treinta y Cinco Mujeres con Oscar….Hasta su Regreso
En San Juan, Puerto Rico a 27 de noviembre de 2016.
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